Los publicitarios somos distintos

David Ogilvy, William Bernbach, Washington Olivetto, David Ratto, Gabriel Dreyfus. Todos publicitarios. Tanto como Fernando Vega Olmos, Hernán Ponce, Ramiro Agulla, Pablo Del Campo, Carlos Baccetti… Y los otros, los ilustres desconocidos. Los que hacen avisos que salen en esos diarios "humildes”, todavía en blanco y negro. Spots propagados en radios de baja frecuencia, que se distorsionan con cumbia villera de algún improvisado “radioamateur”. Los que redactan comerciales que se ven en programas que no miden rating porque no tienen. Esos mismos publicitarios que a veces les toca diseñar folletos impresos a un color, porque el anunciante no tiene más presupuesto. ¿Qué tienen en común? Son Publicitarios. Sí, con mayúscula. A Dios gracias o por desgracia. “Nos une la misma pasión”, diría un comercial pasado de moda.

Ahora bien, ¿y qué significa ser Publicitario? Significa todo lo malo y todo lo bueno que pueda existir. Porque la publicidad involucra de todo un poco. Bohemios, creativos, inquietos, intelectuales, cultos, callejeros, despojados, intuitivos, pasionales y muy competitivos. Pero fundamentalmente comunicativos. Porque un publicista es primero y ante todo un comunicador.

Quienes desarrollamos nuestra tarea con dignidad, no nos callamos. Así pues, esta simple nota intenta delinear un perfil. Con el simple objetivo de que se pueda entender a una especie tan particular. Gente que sabe que su propia vida es el comercial más largo que le tocará redactar. Y que tiene que hacerlo con ideas propias. Para no caer en el plagio. Ni en la vergüenza.

Lic. Marcelo F. Savazzini
Coordinador de la Carrera de Publicidad
Colegio Universitario Juan B. Alberdi (U.A.I.)

1 comment:

  1. Gracias a dios que los publicitarios somos distintos! ya lo creo y doy fé en eso.
    Me encanto la nota.

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